Pero siempre tendremos la música y tú, tus pies


Sigue bailando, sigue dando esas vueltas a ti misma con tus ojos cerrados y tus brazos coordinando con tu cuerpo. Liberas tu alma y te dejas llevar por la música que se escurre de mis dedos mientras acaricio las teclas de mi piano tocando como nunca toqué. No pares amada mía, no pares por que se cristaliza mi inspiración. Sigue dando esos pasos y girando, girando, y dejando halos de la luz que se desprende de tu cuerpo y de tus cabellos gloriosos que se ondulan en cada movimiento. Sigue bailando por que baile y música se complementan como nos complementamos tú y yo. Elevémonos hasta olvidarnos de la realidad. Mi alma canalizada en esta canción y entrando en tu cuerpo convirtiéndose en el motor que te transforma en tal sublime obra de arte. Que trance más hermoso al que me has llevado, mis dedos no paran y están descontrolados y la música suena, suena. Sigue mi amor, sigue que la vida nos ha dado la espalda. Somos dos marginados echados al olvido. Ya nadie se acuerda de nosotros, nuestros rostros se han erosionado por las arenas del tiempo. La muerte es nuestra gran amiga, pero no te detengas, que esta droga continua con sus efectos,  que somos marionetas del destino, pero siempre tendremos mi música y tú, tus pies.

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