Entradas

Mostrando entradas de abril, 2016

La vida quiebra.

Se me ocurrió ponerte al lado, como ser fanático operante de las comparaciones, hubieses notado la simetría que tenías con la prisa de las bufandas y los borcegos de los ansiosos estacionales que poblaban la cuadra, como la noté yo. Y me reía, pero vos te creías que me reía con la inercia con la cual uno se ríe cuando se cruza con un conocido y está abriendo la boca para emitir el murmullo fugaz del buen día y las conversaciones sin rostro de las espaldas. Te sorprendí un poco, lo noté porque se te borró la sonrisa cuando me quedé parado viéndote sin decirte nada. Porque así es como me gusta detonar tu reloj. Soltaste el aire por la nariz, en el desesperado intento de rellenar el espacio que había quedado entre tu apuro y mi silencio. Como si todo hubiera sido diferente, como si aquellos meses del viento y el otoño desorientado vos no hubieras evitado tantas veces pasar por la alameda con el miedo de cruzarte; y hoy te olvidaste hasta de eso. Te olvidaste hasta de tus miedos, y te ol