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Globos para Navidad.

El cielo elevó su grito final y la herida se abrió justo en el punto en el que el horizonte besa al centro de la ciudad. Y la gente se saluda, y se abrazan. Algunos miran hacia la herida celestial pero en plan de goce. Mientras las pobres estrellas sangran colores, y fuego. Algunos perros aúllan. Quizás ellos y yo seamos los únicos que pueden sentir el dolor desgarrador del cielo. Pide clemencia. Las púas de la hipocresía son buenas voladoras. Hieren. Y son heridas irreparables. Mientras todos hablan de una nueva fe, un nuevo año, uno viejo que se va, te pido perdón, porque yo todavía me pregunto si a vos te seguirán gustando los globos y el Mantecol.  Y te extraño, por sobre todas las cosas. Otro año más sin vos. http://www.youtube.com/watch?v=z1rYmzQ8C9Q

El ahogado.

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Te arropaste con las aguas. Escuchaste la música del silencio y te quedaste ahí, hundido en el fondo. Con los ojos cerrados. Con los ojos cerrados de tanto vivir. Serás siempre en la mampara del sueño y de la vigilia un Dios, tu propio. Y van a saberte. Saberte como yo.  Aunque me duerma a mitad de mis plegarias. Fuiste suerte.  Fuiste viento.  Fuiste lluvia. Bicho de los fondos despiértate ya, que es de día ahora. Que la noche terminó. Yo sé que el alma duele y que el cuerpo pesa. Se está a gusto ahí en el fondo. Rodeado de frescura. ¿Quién conoce más que vos el frío fatal?  El frío antes de la muerte que sólo conocen los que miran más allá. Te vi oportuno borroso ente del agua. Pero ya no. Ya nunca más. Te fuiste en una burbuja.

Curarme.

Por las mañanas la ciudad cuenta las historias que la noche ocultó. Hay un viento de secretos nuevos que roza los techos y refresca los rincones y de a poco llega a los oídos de la gente. Es peligroso, algo así podría destrozar a muchos. - No creo que haya secretos tan fuertes.- Me dijiste. Lo recuerdo bien. Siempre es necesario vivir en el borde. Cruzando cuando creemos conveniente, cuando nos sentimos solos.  - ¿Será eso enamorarse? ¿Usarnos hasta desgastarnos para cubrir una soledad inminente? - Me preguntaste. Quiero que te des cuenta. Quiero que seas consciente de la explosión que generas, de lo que incendias todo lo que tocás. Pero las palabras siempre están ausentes cuando la noche se vuelve salvaje y yo ya no tengo más nada que decir. Es el martirio de seguir sobre lo que dicen los signos y llegar siempre al mismo lugar.  ¿Cómo podría curarme de vos ahora?
Velo de la tarde que tapa siniestra los fuegos del sol. Pensá antes de matar.  Pensá. Que siempre está el que te ama. Y que ama al día y a la noche por igual. No llores en el filo del miedo ahora. Que está por llegar. Que está por llegar ese momento. El que te desveló. Fino instante en el que la idea se besa con la necesidad, y conjugan las dos algo tan poco real como este mundo.

Sigilo.

Parece que al final en el camino a la auto-destrucción encontré la forma más inmoral de perpetuidad. Cuando te reís es tan simple descolgarse un rato y frenar que a veces tengo que volver a enfocar la vista hacia tus labios para verificar si no fue sólo un espejismo de la sed.  No hay señal más tenue de confusión que encontrar lo imperfecto en lo perfecto de vos.  Me dominan mordazas de estrellas que amagan con quitar de mí esta lucidez, la misma que hoy me lleva tan lejos. A tocarte en unos sueños quizás. A despertarme en la bruma de un "no". El tuyo, el que llevás como bandera.  Pero en la luz de la mañana nadie es negación. El problema es de comunicación. Nadie puede vivir traduciendo las Piedras Rosettas que arrastran de vos lo efímero de un sí.

Dimensión.

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Fábulas muertas y reiterativas de un ayer que creímos entender. Y vuelven. Hola. Chau. Así una y otra vez.  Me da sed caminar en este abismo. Me fulmina no ver más. Me eleva cuando te vi. Y me enciende desde adentro. Hasta quemarme. Hasta quemarme.  Hasta morir. Y no hay final que caduque cuando las cortinas no esconden la vista a esta desolación. [ Te estoy encontrando Tangerine... Te estoy encontrando. ] "...every part of me says go ahead."

Cerca.

Pienso que a veces es mejor no pensar. Cuando se trata de vos ni siquiera es tan acertado escucharte hablar porque sos de hacer buena magia con las letras.  Me guío mejor por tus ojos, pero siempre me llevan hacia el mismo lugar. Ese infierno nacarado entre párpados y pestañas que encierran dos lagos detrás. Se abren de par en par luego en gajos de pensar lo distinto. De tratar de cubrir en lo posible lo imposible. De ser parte de esta noche sin dejar de ser parte de los dos. ¿Tan apresurado es decir que le tengo miedo a la oscuridad porque me aleja de vos? Suave y lento respiro debajo de las estrellas que nos señalan sintiendo esa pena que generan los condenados. Giraste, te quedaste ahí. Y yo sabía que me mirabas. Yo sabía que no querías ver ni las estrellas, ni la noche, ni los lagos del infierno. Querías verme a mí. Y te corrí la vista. Perdón.  Perdón.  Suelo titubear en las noches indómitas. Nunca las espero por ser más cercanas a una idea. O quizás porque las i

Lluvia esquizofrénica.

La histeria drena en la piel y es la sangre de la ciudad. Los más locos queman sus ratos esperando la transfusión. Y me acuerdo de los días de paranoia en los que el sol hacía un truco con los párpados de la gente. Ahora lo veo como un rollo de película, como un vuelo intermitente. Siempre los cuentos mal contados, densamente difuminados. Adornados con palabras mudas que encuentran su final. Se entretejen formando criptas en las cabezas de los que nunca fuimos amantes de dormir. Casi como si tomara forma este humo me amordaza y me confunde. Creí verte ahí donde el halo no llegaba a esclarecer. Pero la oscuridad relataba otra historia, una la cual no pude saber su comienzo pero sí su desenlace. Y había una calle que corría en un sólo sentido y me llevaba hacia uno de tus dilemas más peligrosos, hacia una parte del espíritu que solamente en mi perplejidad podía percibir. En realidad, llevaba hacia un vacío que no buscaba más que perdurar. Paralelamente a tus nuevos cimientos otro

De más está decir.

Sigo rechazándote. Sigo rechazándote. Porque de no hacerlo todo va a estar mal. El orden es temor. El orden es final. No quiero terminar troquelado en tu decepción. No quiero. Te quiero como creés. Te amo como yo sé. Si hago algo está mal. Y es el punto sin retorno de todas las falsas ideas. Ahora mejor que nunca lo pude ver. Miramos a través de los dos y sólo vemos bruma. Pero el mar está detrás de las montañas, y sólo ellas saben cómo llegar. Tus dudas, siempre tus dudas...
Yo todavía me acuerdo sin ningún bache en nuestra historia cómo fue que te conocí. En qué contexto te conocí. La inmediata conexión que yo supe existente por el chispazo de tus ojos entrecerrados. La noción mutua de sabernos excepciones de las casualidades. Porque el momento, el punto, el últimatum de encuentros colmó ahí, entre el segundo en el que se escucha una verdad y el segundo en el que se asimila. "Me pasé la vida imaginándote" Yo todavía me acuerdo de haberte visto luchar para agarrar las estrellas y el brillo. Muchas veces pasar a letargos ausentes en los que te extrañé de verdad. Y recuerdo que estaba con vos el día en el que ya no ibas a estar tan cerca. Te vi marcharte con la vida, y con los flashes y con las noticias del martes a las 7 am mientras me tomaba el café. Y sigo tratando de mantener tu ritmo pero te vas deshaciendo, y cada vez que la situación no amerita menos que un abrazo te dejé de sentir.  Quiero verte ser, mi sueño sos vos.
Siempre fue mejor saberte en la distancia. Siempre fue mejor para los dos. Vuelvo a los jazmines azules otra vez. Y sé que hay voces. Yo las escuché.  Pero no se puede vivir del dolor. Nuevamente vino de mí algo que creí haberte descifrado. Tan bruma sos en mi claridad.  Si me vieras con mis ojos... Si me hubieras visto con mis ojos. Vas a ser siempre la única persona a la que nunca le pude escribir.  Las cosas tienen que detenerse en algún punto para que otras den comienzo. A veces ese punto es hoy, ahora. [¿Cómo es que te extraño tanto si te veo siempre en los demás? O en las sombras de todos ellos.]

Oráculo.

Visiones periféricas. Somos magma. Fuimos magma. Quemaremos. Pequé de indiferencia, y cuando me importó, cambié, cambió, metamorfosis radical. Quise hablar pero la voz se hizo arena en mi garganta. Tragué esta amarga confusión y me detuve ahí, donde no había más agua que tu boca. Besaré tus dedos cuando me intenten callar. Aunque mi voz sea punzante y sea más melódico el silencio. No vas a ganar sin perder. No te voy a dejar. Mejor entregarse a lo inevitable, dejar de proteger lo que ya está roto, y dejarse planear. Planear. http://www.youtube.com/watch?v=2G9awpSM78g

Aferras.

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Dame tus preocupaciones. Tenés que dejarme hacerlas papel por vos. Notas y papeles y memorándum y jirones léxicos que no forman nada. Tenés que dejarme ser el ardor que te hace consciente de la exposición, para poder de algún modo ubicarte entre estas líneas desencontradas y prometerte algo. De nuevo. Abrirte en el humo hasta mí en la psicosis perversa de escapar de las luces. Que se encienden. Y se apagan. Y se vuelven a encender. Y toman otros colores que van acordes a las miles de formas que tiene tu sonrisa.  Innegablemente existió en tu piel una semilla de desierto en el seno cálido y terroso que la arrullaba. Y de esa piel fueron brotando grietas. Esa piel se iba levantando y se iba despegando. Debajo de esa piel no recuerdo. Debajo no respiraba. Pero si veía néctar dorado emanando como una fuente de vida que preconcebía una duda. Y te empapabas en esa agua vital, en esa duda, que te dejaba desnuda frente a mí. - ¿Vos me amás? Osea, no en lo cliché de las palabras sino e
Este mensaje. Mensaje de palabras y de sogas que se mueven como serpientes de cascabel. Pero sin sonido. Serpientes que lo sacan de mis labios y lo estiran, lo doblan, lo arrastran, lo ensucian, lo arrugan y lo pegan a tus oídos. Porque son chamanes de la incredulidad. Que confunden los mundos y se deslizan en los salientes de la bruma, menesteres de la desolación. ¿Qué vas a creer ahora de lo que te digo? Si estas serpientes están siempre al acecho. Así es como se van a extinguir las palabras de los hombres. Nunca tan claras como cuando se dicen por primera vez. Así que, si te lo digo una vez y sin cuidados, escúchame. Porque lo demás está tergiversado. Y las palabras son pupilas de la insegura voluntad del viento. Así que si te lo digo una vez y sin cuidados. No me pidas que lo repita. Puede ser que algún día sea dueño de mi verdad. Las palabras buscan por naturaleza ser miles de sombras en este viento hostil. https://www.youtube.com/watch?v=Q5l2

Abducción Cósmica.

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Hubo un quiebre de luz y una secuencia cósmica. Posteriormente fui objetivo directo de las visiones de alguien que intentaba recordar algo en una memoria modificada. El aire espeso. El cuarto se reducía cada vez más. Las cuatro paredes iban a colisionar contra mi cuerpo. Todo a mi alrededor absorbía lo poco de oxígeno que me era ofrecido. Estrellas, miles de estrellas. Luego un fogonazo. Aire fresco. Sol. Una bandada de pelícanos hacía dibujos en el mar. Lentamente se comían entre ellos y limpiaban la sangre de sus picos en el agua, volviéndola roja. Otro fogonazo. La escena esta vez era completamente distinta. Una "mujer" nadaba en un estanque de lotos, pero no parecía humana. Las partes de su cuerpo sólo eran visibles cuando sobresalían del nivel del agua. Tenía mucha paz ahí entre los lotos. Se posicionó de espalda al agua mientras corría esas plantas con la gracia de quien corre suavemente las cortinas para inundar una habitación de luz matinal. Pude ver todas sus partes.

El Pintor.

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Una reverencia suave. Dos ceniceros. Se entretejían en sus labios los recuerdos hechos palabras y salían como una rémora perdida analizando con quién rozar sus lomos. Una rémora. Una vez se lo dije y se enojó, porque lo tomó con el aire incorrecto y parasitario que proporcionó el énfasis de mi comparación. Tu necesidad de admirar a veces es auto-denigrante. Pretextos que eran la luz de un umbral daban un sinuoso destino que era tu hombro, sólo un punto por encima del brazo que a todos nos encantaba besar. Y pasarle el pulgar, despacio, en la parálisis de no poder usar las manos para desnudarte. En las fantasías de lograrlo alguna vez. Lástima me dabas, también, porque hundida entre sábanas mustias tenías que contarle tu historia a un desconocido, para ver si te ayudaba a levantar el peso de tus travesías por la Ciudad de la Soledad a la que todos naufragamos en algún momento de los viajes. Descubriendo a la mañana siguiente los continuos polos congelados de tu cama. No me conocía

Historias sobre el mar.

Parado en el saliente de la cornisa, me incitan los pájaros grises a saltar, precisamente volamos todo el día, por lo que cansa la estática de caminar. Es que tengo mucho tiempo derretido, en esta taza de alelí, las lágrimas de limón forman un cauce, termina en vos. Y soy más que nada tu centro de amarre, en estas aguas turbias, la piel de los dos fricciona y es agobiante, decirte adiós. No es creer en el final, es buscar los rezagos de lo perdido, no es lo mismo ser los dos un cuento chino, que una historia sobre el mar. Historias sobre el mar.

Arte hoy. Arte fue.

Me siento a esperar la explosión, y vos me hablás del progreso, yo siempre caminé entre fantasmas, que con sus manos aterciopeladas, me dejan marcas en el hoy. Vuelve el placer a los días del enfermo, generado por la audacia de confesar la verdad, relinchando palabras vanas, sepultando la sanidad. Pensamientos azules, anuncian en el mar, que necesito de vos, sólo un poco más. Ya no hay más trompetas en el codo del camino, abigarraste el final que veías conmigo, llenaste de epígrafes un álbum vacío, fuiste de amar, y de amar un vestigio. Pensamientos azules, anuncian en el mar, que necesito de vos, sólo un poco más, Y después me iré, a buscar el sol, solitario estoy, entre tanta gente igual. Escapar de la emoción, que ya casi es facial, ¿Qué hay entre todos? si nadie se anima a hablar. Esta gente no sufre, esta gente no siente, regalados están a la gracia de no imaginar, en las planicies de su realidad. Dicroicos los focos d

Támesis.

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Hoy te vistió Londres con sus luces. Millones de lucecitas que salían de los focos y de los rayos del sol que se escondían y remarcaban los costados de tus formas. Había un rumor suave salido de lo tibio de las calles recalentadas, olor a frituras, ruidos de cubiertos chocando, violines, muchos violines. Te apoyaste en una de las barras que lindaban el Támesis, y los flashes del sol sobre el agua te iluminaban el rostro como diminutas hadas de luz que amaban rostros cansados. Se dibujó una sonrisa, pero no era como todas las sonrisas. Era una de esas sonrisas únicas en la vida con las que uno sella un capítulo. Respirabas el anaranjado alivio de haber terminado el día. Cada tanto me mirabas de reojo, y yo me preguntaba si el nuevo capítulo lo ibas a empezar con mi nombre. A medida que las hadas de luz se iban agotando, siendo arrastradas por el sol tímido que se iba a iluminar los anhelos de otros, fruncías el ceño. Y yo no quería interrumpirte. No quería. Sé bien que el aura que despr

Así nació.

Arremetí con ese té falto de azúcar que me amargó varios minutos y me senté a ver un interior de la taza que jamás reconocí. Yo buscaba siempre el momento para sentarme y escribirte algo, nunca supe bien qué, pero las ideas se escapaban por la rendija ubicada entre los dominios del reloj y del lamento. Tenía recuerdos, sí, que se habían convertido en azucenas y plantándose en un jardín del pensamiento construyeron sin querer un prado. Una de esas se llamaba como vos, y era azul, azul eléctrica. Se retorcían sus tallos siguiendo el borde de un papel en el que se había compuesto el mejor de los rock and rolles. El viento hacía resonar unas ramas, las gotas de agua que caían de las hojas al costado del río marcaban el compás. Un enano perdido, hijo del barro, se topó con el papel y recitaba las palabras que un dios había escrito en épocas de antaño. De sus palabras el barro fue tomando forma y vinieron a cantar otros enanos a coro. Y los edificios crecieron con esa melodía de fondo. Y se
Mirá esto es lo que soy por vos. Mirá cómo pintás el aire mientras se encienden las máquinas. Mirá este es el mañana de papeles de colores. Mirá a los niños correr bajo el sol radioactivo. Mirá qué perfectos son los rostros bajo las máscaras. Mirá cómo se retuercen los vestigios de las sonrisas. Mirá, esto es lo que sos por mí. Respirá el caoba azufre. Bebé de la grisácea agua. ¿Te acordás cuándo nos decían que nos cuidáramos de las trompetas? ¿Te acordás de las imágenes verdes y azules? Ahora soy yo el que necesita proteccción.  Ahora soy yo, respirando en la superficie de todos los que fui. Y me das tus pupilas. Me das tus pupilas. Un refugio para estar.

Prescribo.

¿Te acordás cómo sonaba? Te perdí en el transcurso de los días entre la semana del tres y del diez, o aún mucho antes que eso, no me acuerdo muy bien. Aunque no lo creas no era parte de mi plan. En realidad justo ahí estuvo mi error, en querer planearte. No sé si te acordarás, o si alguna vez te diste cuenta. Veo entre las mismas rejas de mi limitación una vida que yo perdí. Debo hacerme cargo de mis derrotas, por más que una de ellas seas vos. Me hiciste bien. "You'd think that people would have had enough of silly love songs. But I look around me and I see it isn't so." En la tersidad perfecta de la combinación de lluvia y piel el fuego de una vela o dos se cansaron de sostenerse. Pero te veía más allá de la oscuridad. Te veía con mis dedos, te hablaba en el mix de labios tuyos y míos. La escultura simultáneamente erguida y curva que construían nuestras sombras que se movían en el frenesí del limbo eterno cuya música era hablada, susurrada, gemida. Un viaje

Veritas.

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Contra el vitraux la mancha de una mano antigua saludaba. Hacía un contraste en los colores más hermosos, pero le daba un toque humano a tanto ser cristalizado. Sé bien que el cielo no es verde, pero en mi mundo así se ve mejor. Y aunque estoy solo en esta estrella, te veo detrás de una tela, a trasluz. Como si pudiera alcanzarte, alguna vez. Te oigo respirar, reír a veces. Sí, o llorar. Tu silueta. La frescura neta de una mañana de sol que se convierte en un papel que vuela lejos. Tu tez de amatista.  Todo - en - su - lugar. Y soy feliz. "Recordé sus gustos, conversación astral, las canciones que oíamos, su cuerpo lunar, refugio celestial, y el pH de sus saliva. Y me perdí, en la inmensa quietud" http://www.youtube.com/watch?v=5oEV74eZMm4

Verbo.

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Y ahí estabas, le juré al día haberte visto entre las cortinas magenta de un lúgubre rincón mugriento de la ciudad. Con la barbilla elevada, fumándote un armado y echando cenizas en el parqué llenándolo de motas de las cuales nunca te ibas a hacer cargo. Total, en esa vida prestada ¿Qué te queda de valor? Entre tanta mentira, entre tanta mentira. Te confunde, me confundo. Nos quema. Cuando siento que rompo el timón de este bote a ningún lado de algún modo retomo la tranquilidad si dejo de empujar los recuerdos al limbo de los que olvidan. Decido besarlos, con labios de pensamiento, que vivan por mí los demás. Total, en esta vida prestada ¿Qué me queda de lo que fui? Entre tantos párpados, de alguno me tengo que colgar.  Es, la parte de mí  que nunca supe disociar, pero sé que en el fondo, hay luz. No te miento, hay luz. http://www.youtube.com/watch?v=iKwr9l0REm4

Nací para esto.

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Pensándolo bien, sé que siempre supe el desenlace, me pasé la vida imaginándote, no es momento para ser cobarde. Posaré mis manos, sanaré toda llaga de distancia, lo terrible del mar es morir de sed. La lluvia cae, cambia los paisajes de humo y viento, borro el viejo mapa de catástrofes, nuestros besos suenan verdaderos. Aún te sorprende el ruido del mundo, desaparece, ya no hay vacío. Yo seguí a la estrella más voraz, nunca me llevó tan lejos. ¿Para qué creer en el azar? Yo nací para esto. Yo nací para esto. http://www.youtube.com/watch?v=t9JKESo09UY

Generala.

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Salió de mí. Salió de vos. Fue magia, un mimetismo. No voy a saber jamás hasta qué punto se comprende el sentido de luchar a contracorriente. Si ningún camino me llevara a vos hoy probablemente no caminaría sabiendo que voy a encontrarte por ahí, viviendo. Te veo. Pasan los minutos en el reloj esmeralda y te mordés suavemente los labios, moviendo tus piernas al ritmo inconstante de un jazz metálico de instrumentos ligeramente afinados. Y hablás, y te escucha quien te quiere escuchar. Tuviste lo que quisiste, ahora los años lo han convertido en inservible arenilla que se desliza entre tus dedos. Pero aún subastás tu sonrisa al mejor postor, al único. No aprendo de las melancolías, tampoco soy una extensión de mi propio pasado. Si bien frecuentemente lloro a solas por lo que llora cualquier hombre. No me arrepiento de nada. No voy buscando formas para revivir el pasado y corregir los errores. No cambiaría la acumulación de circunstancias que me llevaron a ser quien creo ser hoy. Nunca

Talismán.

Mirá y creé: La piedra estaba fría, igual apoyabas tus manos. Recuerdo, Tangerine, que a vos te volvía algo loca ésto de la sangre y su estabilidad térmica. Solías decir a voz entrecortada y sin ningún tipo de fuente certera que el frío no era ausencia de calor, que las palomas podían creerse águilas sin importarles los prejuicios de las demás palomas que no habían aprendido a volar. Por ende el frío podía ser frío indiferentemente del calor.  Algo así de fríos estaban tus labios. Pero nada importaba en el recuadro que yo armaba con mis dedos alrededor tuyo para guardar en mi cabeza la foto perfecta. Esas que son más de pensar que de contemplar. Y el tiempo pasaba sin dejar descendencia de segundos desperdiciados cuando me contabas las anécdotas de tu amiga Lidy, que se emborrachaba para masticarse al novio porque de lo contrario no lo podía ni ver. Ahora no sé dónde estás. Tampoco sé si yo iré a encontrar mi luz en alguno de éstos oscuro s déjà vu que cada tanto me hacen creer

Reflejos.

Tristemente creo que me despedí, se me quemaron las alas, me ganó la sumisión. La risa siempre está a un paso del abismo, cuando lloro, ¿Qué pienso cuando llorás? Tus ciudades se construyeron arriba de mis esperanzas, y los transeúntes del olvido me llevan por delante, ésta niebla envenena hoy, como un gas. De tus respiros los que escribiste al azar, no queda más que un rumor, rumor de muerte. Si somos eternos ésta vez no voy a mirar el reloj, insaciable obsesión que me lleva a buscarte, donde ya sé que no vas a estar. ¿Por qué hablo así? ¿Por qué siento así? Pienso, luego dudo existir. En vos. En vos. En mí. Estás por el hecho de estar, sin llegar anticipando, que yo hace rato me fui. Por que es fijo que me asuste, cada vez que hablás, de cuando te vi. ¿Por qué hablo así? ¿Por qué siento así? Pienso, luego dudo existir.
Nada me preparó por si me dejabas tocarte. Pero fuimos el comienzo después del final.

Molinos.

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Viajar.  Sentir.  Te veo. No me acuerdo la última vez que una sonrisa me dio tanto miedo. No es sólo juntar las pestañas. Está adentro de mi cabeza. Rumores. Hablan. Todos hablan sin dar lugar a que las palabras decanten. Son voces mías en las gargantas de otros. Son tantos ruidos y ninguno propio. No puedo parar de proyectarte. No puedo. Solamente quiero sentirme bien. "Windmill, windmill for the land, turn forever hand in hand. Take it all there on your stride, it is sinking falling down. Love forever, love is free, turn forever you and me." http://www.youtube.com/watch?v=zGc6gHddCP0

SOCIASOM NE.

- Así que realidad es lo que no vemos. Es lo que sentimos. - Tampoco eso es real. Lo real podría ser lo que existió primero ya que todas las realidades que conocemos hoy en día derivan de esa realidad primera. Por ende éstas realidades que nos rodean son sólo vástagos. ¿Pero qué certeza hay en eso de todos modos? Es por eso que la realidad la tiene que construir uno mismo. Lo real es lo que yo establezco como tal. Todo lo demás está hecho de las realidades que crearon otras personas. ESE ES EL MOSAICO EN EL QUE ESTAMOS ARMÁNDONOS, EL MOSAICO DE REALIDADES AJENAS. - ¿Creés en Dios? - Creo en una fuerza mayor, protectora. Es MI "Dios", que es distinto al Dios común. - ¿Me contarías cómo es? - Es una fuerza que no necesita que le recen ni que le expongan devoción. Está en uno mismo y no tiene nombre. Ni siquiera es eso que llaman "alma". No creo en el alma. Podría ser una especie de energía. Un resto de la realidad que existió primero y que vive dentro de todos si

Fluctúo.

Corramos, lejos del camino.  Corramos a nuestro refugio. Afuera está lloviendo profusamente, y se auto-digiere el mundo.  Seamos dos en busca de ser uno. La realidad de nuestra piel.  La estática que se quiebra.  El brillo.  El silencio en tus párpados.  El tiempo como arena de tus dedos, esos que domestican las locuras más inimaginables del hombre.  La caricia en el fin de la tarde.  ¿Qué más quiero que adosarme a tu verdad?  Si el futuro es sólo una extensión de la retrospectiva. Hoy son sólo lágrimas plateadas entre lo que buscás y lo que te puedo ofrecer.  Quizás una de las historias, de las tantas escritas en los libros de la mala muerte, sea la tuya, y la mía, y la de los de "la suerte".  Esto que siento.  No lo niego. Pero vos sí. Somos la constante guerra entre tu calma y mi frenesí. Decidiste quedarte a la deriva. Ya voy a buscar la forma de abrirte esos labios sellados de silencio. Y el silencio se hará certeza. Y la certeza te va a engañar. Te
Todavía te pienso, pero no te pienso como algo que fue y no va a volver a ser. Pienso en vos como lo que suena del mar, así a lo lejos sonando constantemente, muy bonito para los oídos sólo cuando prestás atención y tratás de verme más allá del velo en el que hoy me encuentro desafortunadamente inalcanzable. Nunca pierdo lo que me motiva a seguir mirando cómo avanza tu vida. Me gustaría saber si abrís los ojos y lo que ves es lo que quisiste construir. Vos, que siempre pareciste saber llevar las riendas de todo. Y qué fuerte es ahora tener que aceptar, justo cuando no me interesa aceptar nada, el hecho de extrañarte tanto.  Confirmame que tu sonrisa en esa foto es cierta, aunque me tire abajo los cimientos de esta idea absurda que trato de sostener con lo poco que me queda. Porque aunque lo haga, significaría que por lo menos tratás de cerrar el capítulo, y no abrirlo inconscientemente en el momento justo en el que yo paso al lado tuyo y soltás un suspiro de alivio porque me ves.
-Respiró y dijo: "Nunca vamos a amar lo suficiente si no estamos dispuestos a CEDER."

Amar es un Cordyceps.

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La mujer se queda mirando mientras el mundo pasa a través de ella como un tren hecho de aire y polvo. Sus mejillas ardidas han perdido la capacidad de llorar. Desconoce sus siguientes pasos, siempre dependió de los demás para seguir. Ahora él se fue, frente a sus ojos se fue. Nunca le dio toda su confianza, pero estaba sorprendida por lo punzante que era el dolor. ¿Cómo es posible? Construir en los demás algo tan propio como la integridad.  Las sombras se funden y todas convergen en el punto donde ella está parada. La gente ya no importa, nunca importó. No era egoísmo, sino el casco que la protegía de todos los impactos.  No sé qué es lo que vas a hacer con tu soledad. No me arrastres a ella, no. Yo aún espero al sol. El chico contaba sus pasos en el camino de regreso a casa. Era una galería en el medio de la ciudad que apareció por sí misma. Nadie sabe cómo llegó. Pero él la caminaba, así que era más que real. Al llegar al término de la misma un viejo hombre se bajaba de un