De mi voz.

El vértigo de superar la monotonía.
Después de la noche, un salmo opaco.
Trémulo de saberse recitar.
Los dos, en uno.

Sintonizá los cables.
Servíme de tu sed.
Doble olvido de un juego.
Que se va, lejos, viene.

Pensame en vos siempre.
Deducí mi frenar.
No sé adónde ser.
Ésto que quiero.

Late lo que cambia.
¡Ahora gritá!
Repetí ese dibujo del mundo.
Lanzate, no importa, ya no.

Es lo pleno de sentirse vivo.
Y te marca en la pared.
Tu cárcel está libre.
Ahora sabés qué vendrá.

Corré y no mires adónde pega el viento.
Si sos vos la bomba del tiempo.
Nadie te dijo qué hacer.
No hay quietud sin acción.

Porque sos un color.
Girá, conmigo, girá.




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