Escalas.

- Sí, todo converge en vos: lo que soy, lo que siempre fui y lo que pienso ser. ¿Quién soy? Éste hombre de mil voces buscando la suya. ¿Entenderías entonces por qué encontrarme sería caótico? Tendrías que divagar entre millones de moldes de palabras, para llegar a algún sitio en el que, con certeza, no estaré. Mejor no hablar de ciertas cosas, y dejar que se las lleve el tiempo despacio, como si no hubieran pasado jamás. Por que aprendimos que así los dolores se vuelven virtuales. 

- Me hablás de huir, huís todo el tiempo. ¿Por qué no me mirás? Aunque no lo quieras ver acá estoy. Por que todos los caminos me llevan a tus pensamientos. 

- Ordenalos por mí.

- ¿Vos estás loco? Yo no puedo ordenarte nada. Ese es tu problema. Dejás que los demás ordenen todo. ¿Por qué tanta devoción a las cosas que nunca perduran?

- Por que uno no pierde la fe.

- ¿No has aprendido de las decepciones?

- Uno siempre espera que sea la última.

- Pero no parás de sorprenderte, ¿O no?

- No. 

- Llegás a lugares que ni te imaginás. 

- ¿Si? ¿A cuál por ejemplo?

- Yo creo que lo sabés.

- ¿Es lejos?

- No está dentro tuyo, si eso querés saber.

- Eso me parece suficiente.

- ¿Suficiente nada más?

- ¿Qué más tendría que parecerme?

- Si no lo sabés vos...

- No saber implica menos preocupaciones. No saber de más significa saber mucho. Saber de más te somete a la condena de que nada te produzca satisfacción. Saber de más, y querer saber aún más, ¿Te vuelve ambicioso? Sí. Pero la ambición no siempre es mala. Saber de más, y buscar saber aún más, te hace diferente.

- Si pero después está la vida, la de cada uno. La tuya y la mía. La de los demás. Por que siempre vamos a ser vos, yo y los demás. Y con ella el amor, la felicidad, los días del sol, los segundos que se quedan fundidos a los costados de una sonrisa. Los árboles bailando en un viento fresco. Vos y tu cámara colgada al cuello. Yo y mis callos en los dedos de tocarte canciones. Ese punto en tu cuello en el que he reído, llorado, dormido, suspirado, al que he llenado de pasiones y chistes oportunos. 
Está la inmensidad. Están las promesas. Están los amigos. Están las lecciones. Está el día el día. Están las cartas. Están las canciones. Estamos donde estamos, por que somos los que deciden dónde estar. 

- ¿Estás diciendo que yo elegí ser quién soy, estar donde estoy, decir lo que digo, hacer lo que hago?

- Si hay algo que nos une a los seres humanos como especie, es la libertad de elegir.

Yo elijo estar con vos.





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