Es tarde y todavía hay luz

¿Qué sabrás de vivir, de respirar, morir, sentir, creer? ¿Qué sabrás de sonreír? Si te volteas cada vez que sientes pánico. ¿Qué sabrás del miedo? ¿De amar, así, sin circunstancias ni rodeos? Amar como te aman los segundos cuando rompes tu silencio. ¿Qué sabrás de esta ciudad, y de su gente? ¿Qué sabrás del invierno y su reciedumbre, del tiempo y de los años? Si tus manos no conocen la mordaza de la sujeción y tu cabeza se dio a luz en la libertad. No, solo haces una cosa:

Alegrarme mi plena existencia, existiendo.

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