Ni de aquel, ni de mí.

Pasás de tanto en tanto frente a un circo azul,
¿Adónde me va a llevar tu viento si no es a tu rincón?
¿Adónde me va a llevar tu viento si está adentro del reloj?
¿Qué vas a vestir en esta luna para impresionarme?

No soy común, a mí me va la lluvia antes que el sol,
No cuento hasta diez, sino hasta dos.
¿Adónde aterrizás gaviota al morir?
Su cielo es mi cielo, pero su mar no es mi mar.

No oxigenes las palabras de otros, que las vas a pudrir,
mejor sé como siempre y como nunca te conocí,
mejor dámelo todo, y quitámelo sin dejar restos,
ni de vos, ni de ellos, ni de aquel, ni de mí,
ni de vos, ni de ellos, ni de aquel, ni de mí.

Ella calculó que el soldado no era yo,
ella rompió un ventanal con el ladrillo de su histeria,
y antes de irse quemó una flor.

¿Por qué no me dejás llevarte a mi rincón?
Por que no soy común, yo cuento hasta dos,
y después abro las manos, y te soplo las pestañas,
para devolverte a mis ojos en las lágrimas de la mañana.

Pero esta no es tu canción,
tampoco sabés contar hasta dos,
¿No ves que amar no es morir?
¿No ves que amar no es morir?

Nunca la vas a elegir como tu historia,
por que no es de ellos, ni de aquel, ni de mí.




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