Dandelion.

Las horas toman conciencia de lo que hicimos sin pensar, y alguna que otra voz en mi cabeza proclama que nuevamente estamos en lo repetido. Bailar la misma canción una y otra vez hasta que no haya recovecos en su melodía que no conozcamos, y aún así seguirla bailando. Tratando de alcanzar el sol con nuestras manos sin pensar en las consecuencias. En lo casual de encontrarnos cuando no nos buscamos, en lo que los días nos enseñan cuando no hay nada que nos pueda frenar. Por que ésto de no saber frenar cuando estamos tan cerca, ya es ley.

¿Hace cuánto está en tu cabeza? ¿Pensás en eso cuando nos reímos? Por que pienso que podemos hacer que dure. Y se me ocurrió que aún cuando sea solo por un tiempo, irnos muy lejos de acá. Lo suficientemente lejos como para estar seguros de que queremos pasar por esto. Por que yo realmente sí quiero pasar por esto.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Argia.

Son horas.