A world for both.

Se habla de magia cuando en la magia se puede ver, 
que no es cuestión de comprensión, es más una cuestión de placer,
entre recuerdos una voz sonó distante en un mar opaco,
nacido de la noche, estrellas palpitantes y cielo raso.

¿Qué será de los sueños cuando ya no se puede dormir?
santificado sea el insomnio y tus ganas de partir,
realidades en las que poco te veo y poco me ves,
antros en los que toma forma todo en lo que creés.

Dientes y ojos que te vienen a socavar,
persiguiendo tus bocanadas de aire hasta que ya no podés respirar,
y todo sigue una línea de espejismos en la oscuridad,
tormentas que marchitan las flores de tu canción final.

En las hojas de tu alma una partitura se escribió,
soy el que busca la luz y a la lluvia omitió,
pero sé que me va a seguir adonde sea que vaya,
por que está cubriendo mis pies y cuelga de mis alas.

No me dejan volar, 
no me dejan volar.
el ancla en la que se hundieron mis deseos,
y mis ansias de libertad.



No se puede vivir tanto en la realidad,
me decís, te digo,
que tampoco se puede gastar la vida en especular,
más que tomar el respiro del día que va a llegar,
y aprender a gozar de la verdad.

Que ya va a haber tiempo para el terror,
el día que el último niño pierda la ilusión.

Todo cambia, todo cambia, y yo sigo acá parado,
en lo poco que queda de mí que no he dado,
entregarme al mundo como cuadro a su pintor,
acuarelas de esperanza que pintan un mundo para los dos,
un mundo para los dos.

Y quedarme atrapado entre las sonrisas de un ayer,
esbozadas por la boca de una mujer, 
la boca de una mujer,
que irradia una luz para extinguir el dolor,
soles que descienden para regalarnos un mundo para los dos,
un mundo para los dos.

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