Reflejos.

Tristemente creo que me despedí,
se me quemaron las alas,
me ganó la sumisión.

La risa siempre está a un paso del abismo,
cuando lloro,
¿Qué pienso cuando llorás?

Tus ciudades se construyeron arriba de mis esperanzas,
y los transeúntes del olvido me llevan por delante,
ésta niebla envenena hoy, como un gas.

De tus respiros los que escribiste al azar,
no queda más que un rumor,
rumor de muerte.

Si somos eternos ésta vez no voy a mirar el reloj,
insaciable obsesión que me lleva a buscarte,
donde ya sé que no vas a estar.

¿Por qué hablo así?
¿Por qué siento así?
Pienso, luego dudo existir.

En vos.
En vos.
En mí.

Estás por el hecho de estar,
sin llegar anticipando,
que yo hace rato me fui.

Por que es fijo que me asuste,
cada vez que hablás,
de cuando te vi.

¿Por qué hablo así?
¿Por qué siento así?
Pienso, luego dudo existir.




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