Psicodelia anatómica.
Son manos, y ojos, sobre todo ojos, este es tu jardín, que corta con los sueños, del que nunca jamás soñó. Pero amó, dos veces, y las dos miró a si mismo, en lo que reflejaron las épocas, cuando quiso escapar. Se enamoró, de lo que no, y se rebeló al mundo, con una bufanda granate, y dos hojas de papel. Y las luces hacen eco en sus pupilas, y se abren, y se cierran, fríos los colores, de lo que se veía venir. Sin embargo no perdió, por que sólo iba a ganar, y aunque el mundo no pudiera entender, amaba disonar su canción entre los himnos. Y los dedos se cansaron, y se fueron desprendiendo, ya no había dónde, ni tampoco un por qué. Se enamoró, de lo que no, y se rebeló al mundo, con una bufanda granate, y dos hojas de papel. Con los sentimientos luxados, y una incomprensión, él hizo el viaje, para no pensar. Para poder ver más allá, y no sólo perdió el miedo, sino que además, se enamoró de vivir. Po...