To bits.

No sé cómo hablar en tu idioma, y si lo pienso en primera persona es por que me pasa. A mí, al que nunca le pasa nada, y desborda por los cartílagos de mis orejas, cae libremente en los lagrimeos de refregarme los ojos, en el aliento que suelto para contenerme. Contenerme de mí cuando estoy con vos. Pff.

Ya no sé si jugar tu juego es elegir fichas o adueñarse del tablero, decirte cómo son las cosas, someterte a esta soga de tire y empuje, pero dejarme llevar más que resistir. Flaqueo en cada tirada y me resbalo por el barro hasta tus pies. Como siempre, arrodillado ante vos me siento seguro, por que no me lleva a un estado de sumisión, sino a lo estimulante de tener que hacer un esfuerzo para ponerme de pie y que te quedes a unos pocos centímetros por debajo de mí. Y ahí mirarte, con la nariz y las mejillas cubiertas de la tierra con la que cubrís lo excitante que te es saborear la libertad constante.Y al mismo tiempo, destrozar todo lo que armás. 

Como yo, naciste para quebrarte, romperte, fragmentarte en lo etéreo para que en el acto de dejarte volar descubrás que sólo vos podés recoger esas piezas de vos misma. Y reconstruirte. Por que nadie tiene la obligación de juntar tu rompecabezas para dejarte ser.

Pero, no sé si has visto mis manos alguna vez. Quizás, lo que me traten de decir las voces en mi cabeza es que llegué para ser el que te deje descansar. Descansar de eso de valerte vos misma para reconstruirte. Sé que has amado, lo suficiente para volverlo a hacer. Por que, ¿qué sería de nosotros sin la certeza de ser inciertos?

Amor = Incertidumbre

¿Mapas hay?

No.

¿Cómo llego a vos?

Desciframe, si lo lográs, sosteneme y no me sueltes nunca.

¿Y si no lo logro?

Culpá al momento, pero no me culpes a mí.

Está bien...

.
.
.

¿Y si te amo?













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