Te prometo.

Tengo tres sonetos y un vaivén,
un vaivén de colores que brotan de un caleidoscopio roto,
y si no lo entiendo,
es por que nunca quise entender,
que la vida se espera,
como alguna luna a alguna estrella,
como el agua al sol,
para eleverase, en vapor
para elevarse, en vapor
para elevarse.

Explicame vos cómo hacer,
cómo olvidar, cómo vestir al desnudo frenesí,
por que mis ojos me delatan solos,
esta noche, me podés leer,
me podés creer, me podés sentir,
y te amo cuando más amanecés,
con esa manía, esa costumbre,
de tenerle miedo a dejar de temer.

Pero si temés, y tanto que te gusta hacerlo,
no te pido que aceptes mi locura,
pero aceptá mi protección,
que mis brazos no van a morir vacíos,
que mis brazos no sienten frío,
que tus labios, de las historias de labios los más helados,
para besar gélida en los míos.

Puedo, veo y siento,
quererte a pesar del mundo,
no hay nada más opaco que perder la claridad,
pero pienso,
que al final, cuando las historias se dejen de contar,
y crezca en mí y en vos la caótica costumbre,
de mis latidos sacaré luces, para deslumbrar,
te prometo, te prometo.

Y allá voy, montado en la nitidez,
confiando en mi comicidad,
para hacerte reír,
te prometo, te prometo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Argia.

Son horas.