Niño de mí.

Deja ruinas en su paso por estas tardes de un ayer que ha desaparecido.
Con besos ocasionales y alguna palabra de dolor, porque para enamorarse ya hay demasiada estupidez.
¿Qué sal es la que hoy trae el viento y arruina el estanque de donde siempre bebes promesas?
¿Qué agua es la que entró a tu garganta y sólo acondicionó más tu sed?
Espinas de tu almohada se vuelven tersas, ya no hay nada que no te deje dormir.
Siguen habiendo voces. Igual. Y no las podés callar. 
Negra bruma venís hoy a revolucionar los cuerpos que no dejan de brillar a contraluz. Bailan.
Fuiste paloma y gusano a la vez. 
Necesito del mundo que me regrese los sueños del niño espantado tras la puerta, esperando tener la casa para él sólo y sentarse en las tejas del rojo cielo para entender por qué termina el amor.
Niño ya te olvidé, niño vuelve a mí hoy y se hace más fuerte. Tanto tiempo pasó. Niño ya ves, todo sigue igual. Te mirás en el espejo y te ves. Luego de tantos años ves que todo está al revés. Quizás no es lo que esperabas en tus juegos de plástico y papel. Y criaturas del sol. Pero me amás, y yo te amo a vos.

Niño ya se feliz, que prometo no olvidarte otra vez.
Siempre de mí, nos hemos encontrado al final. 
Y... ¡Hola! ¿Te acordarás?

Fue la vida. Vos sabés. 

Te pido perdón. 


http://www.youtube.com/watch?v=oLNfgkLRpuM




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