Monumento.

Me desperté pensando que esta vez no vas a ser la misma que siempre sos en el comienzo de las cosas. Sobre todo en las cosas que alguna vez me nombraron o que sospechan con nombrar. Parecés traída de la reunión con un fantasma reiterativo que al fin encontraste. Algo frenada, como si los años de repente hubieran salido de su ensimismamiento y se hubieran puesto de acuerdo en llenar el vagón de tu cabeza en la próxima estación. Aturdida. Con ese martirio mental irrevocable de que de lo simple, es propio lo atemporal.

El caos fue, quizás, que entre los años que se apuraron por llenar tu cabeza también se pudieron colar algunos míos. Ahora son casi diez años que se ligaron por decisión propia y no se saben despegar. O no quieren. O vos no querés. Te vi en la confusión general gozando de besar las dudas. Pero, ¿Para qué ser como todos, si podemos ser respuestas? 

Casi como si no hubieran sido sólo un par de días colocaste tus ojos en la forma del encuentro después de una aletargada despedida. Y miraste a los míos, que hoy están más cansados que los del pasado. Volvió a mi boca esa estúpida limonada dulce que ante la sed impulsa al hombre a querer más. Limonada estúpida de esperanza que utiliza la dulzura como camuflaje de ácidas intenciones. Pero siempre te supe probar. Aunque en ese momento tus labios estaban más acuosos que nunca, que siempre, que alguna de las veces en las que usaste esa arma para conquistar. Fue algo cómico, porque ahí estabas vos desangrándote de capacidades y en frente tuyo un pobre infeliz que había aprendido a domesticarte luego de tantas caídas. Eras un quebrado pero apurado manojo de desesperación.

No hay día que sea así.
No hay día que desafíes a mi resistencia,
de ir a buscarte a cada lugar en el que te imaginé,
y fundirnos nuevamente en atardeceres de tela y velocidad.

Más sí, llegará un punto en el que vas a ser una mandala difuminada,
una que genere codicia entre los monjes,
y vas a perdurar.
Vas a perdurar.


Porque al dibujarte con mis dedos te lo prometí.


Si estás oculta,
¿cómo sabré quién eres?
Me amas a oscuras,
duermes envuelta en redes.


http://www.youtube.com/watch?v=XYzm7IJLbf8










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