Nómade.

Soles confluyen y pintan el desierto piel.
Las montañas se mueven frenéticas empapadas en sequía y viajan junto a mí.
Lejos hay olor a tierra mojada. Lejos queda lo que el verano lloró.
Siempre la sombra juega a las escondidas.
Tan rodeados de sal no veo el momento que decías nunca haber vivido.
El que te viviré yo. Para hacerte en risa el más bello recuerdo.
Y brilla.
Brilló.
Dos granos de arena que chocan contra las piedras y ocupan espacios que no pueden verse sin ser arena.
Escuchaba las horas del atardecer que decían contar secretos del mundo, mientras vos dormías en mi pecho buscando callar en sueños aquello que te hacía pensar.
Nuestra ley. El peso del mañana.

"Tal vez lo más suicida,
 sea decirte la verdad,
preferí callar,
a esta hora de la vida es lo mejor.

Llega la noche, 
respiro libertad,
respiro libertad,
y no miento...

Siento que pasan los días,
y sigo adelante tracción a sangre,
tras una melodía.
Creo que te hice tan mía,
que por un instante te olvidé."







Comentarios

Entradas populares de este blog

Argia.

Son horas.