Adiós.

"Dios Guardián Cristalino de guitarras,
que ahora más tristes penden y esperan,
de tus manos la palabra.

Precipitándome a lo insondable,
tus caricias me despiertan a la vez,
en un mundo diferente al de recién.

Tu luz es muy fuerte,
es iridiscente y altamente psicodélica.

Te encuentro cuando el sol abre una hendija,
que genera notas sobre la pared sombreada,
y suena tu música en la pantalla.

Sos el ángel inquieto,
que sobrevuela la Ciudad de la Furia.

Comprendemos todo,
tu voz nos advierte la verdad,
tu voz más linda que nunca.

De Luis Alberto Spinetta para Gustavo Cerati"

Tu partida no es más que el comienzo de esta cuenta regresiva,
que, insostenible, llegará finalmente. 

El mundo hoy perdió un color.





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