New year, new life.

Se va, se va como las hojas que se van al final de una estación. Se va sin despedidas, simplemente por que le fue oportuno partir. Queda siempre al margen de las páginas, acompañando lo amarillento de un libro sin abrir por mucho tiempo. Y es una mancha que va pasando desapercibida.

Y uno se pregunta cómo es posible, si nos desvivimos por esto. Si pasamos horas y horas a la espera de una afirmación.

Se va, despacio, pero se va.

¿Cuándo fue la última vez que había divagado? Es que he estado ocupado en muchas cosas últimamente. Determinando lo que remana de un año que no fue más que depurativo. Y ahora llega a mis pensamientos, como si fuera un recuerdo lánguido con ganas de quedarse. Pero ya no hay lugar, soy un hombre nuevo. Y tengo un cuaderno de anotaciones y una birome a la mitad. Y vos me estás saludando, vos, nuevo día. Nueva vida. Nuevo yo.

"En realidad, aunque sí supiera qué responder, diría una y otra vez que no hay otra manera."


Comentarios

Entradas populares de este blog

Argia.

Son horas.