Amar lo que es.
Quedó inmerso,
el junco se acelera,
con el viento,
y deja alguna pizca del canto,
la palabra te empodera,
te requiere,
roza tus dedos y los míos,
tus ojos se encienden azul verdoso,
el agua te rodea,
la sal difumina el sol,
que se transforma en largos peces de luz,
lastimoso rincón del mundo que hoy nos ve,
rendirnos a esto que alguna forma tendrá,
mediante brazadas desde lo profundo de tu pelo,
nadando hacia arriba buscando respirar,
tu aire es más puro cuando sonreís,
tu piel más fresca, debajo de la ola,
que se lleva pensamientos,
los desparrama por el fondo,
ese al que quiero llegar bajando mi mano,
por todo tu cuerpo,
olvidando el manto,
que hoy nos separa del ensueño ideal,
deslumbrando la forma que adopta tu espalda,
cuando me abrazás,
aunque resistiéndote a amarme,
sobre todo cuando las luces no nos esconden.
¿Y ya qué si no esconden?
Si somos lo mismo los dos,
las ciudades ya no saben ocultar,
el capricho de rebelarnos,
la fiebre de volver a vernos,
casi enteros...
Amando lo que es,
amando lo que somos,
y dale que la calle se vuelve desconocida,
mientras más pasa el tiempo,
aunque yo alguna vez me vaya.
Necesito ser quien soy,
extraño ser parte de vos...
Pero es mejor ser libre.
el junco se acelera,
con el viento,
y deja alguna pizca del canto,
la palabra te empodera,
te requiere,
roza tus dedos y los míos,
tus ojos se encienden azul verdoso,
el agua te rodea,
la sal difumina el sol,
que se transforma en largos peces de luz,
lastimoso rincón del mundo que hoy nos ve,
rendirnos a esto que alguna forma tendrá,
mediante brazadas desde lo profundo de tu pelo,
nadando hacia arriba buscando respirar,
tu aire es más puro cuando sonreís,
tu piel más fresca, debajo de la ola,
que se lleva pensamientos,
los desparrama por el fondo,
ese al que quiero llegar bajando mi mano,
por todo tu cuerpo,
olvidando el manto,
que hoy nos separa del ensueño ideal,
deslumbrando la forma que adopta tu espalda,
cuando me abrazás,
aunque resistiéndote a amarme,
sobre todo cuando las luces no nos esconden.
¿Y ya qué si no esconden?
Si somos lo mismo los dos,
las ciudades ya no saben ocultar,
el capricho de rebelarnos,
la fiebre de volver a vernos,
casi enteros...
Amando lo que es,
amando lo que somos,
y dale que la calle se vuelve desconocida,
mientras más pasa el tiempo,
aunque yo alguna vez me vaya.
Necesito ser quien soy,
extraño ser parte de vos...
Pero es mejor ser libre.
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